Quienes lo conocen saben que Yayo Gómez desborda pasión cuando trabaja, cuando
se inspira para hacer los arreglos de Mandala y Meke, y saca a relucir su gran
creatividad y versatilidad como músico, arreglista y director.
A él le deben esas ansias de perfección al detalle, donde cada nota
tiene una justificación y un motivo de existir. También a él le deben esa
inquietud por fusionar diferentes ritmos para darle esencia propia, una firma
distintiva que ayuda a crear el sello de la banda.
Su inspiración viene de
múltiples fuentes, pero lo que de verdad le motiva son las ganas de hacer nueva
y mejor música. Esa vocación, de la que dio muestras a temprana edad, lo llevo
a iniciar estudios en busca de la Licenciatura en Música en Facultad de Bellas
Artes de la Universidad del Atlántico en Colombia. A pesar de no haber
culminado la carrera, desde los 16 años no ha parado de continuar su formación
en esta apasionante carrera.
“Mi mayor satisfacción es
sin duda el aplauso y la alegría de las personas cuando escuchan mi música, y mi
mayor sueño es poder llevar mi música a todos los rincones del mundo, hacer un
cambio en las personas a través de las letras y ayudar a regenerar esos
corazones que están tristes”.
Yayo es el eje del
grupo, que marca la pauta y se encarga de engrasar el engranaje para que todo
funcione como debe ser. Su compromiso con la banda es total; por eso es un
placer verlo trabajar, cuando activa toda su energía para darle la fuerza que
necesita cada tema.
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